Oportunidades Perdidas: El alto costo de no invertir en las niñas
¿Cómo afecta a los países no invertir en el desarrollo y empoderamiento de las niñas?
La Educación como Eje Trascendental:
Nueve de cada 10 niñas completan la escuela primaria, pero solo tres de cada cuatro completan el primer ciclo de la escuela secundaria (aproximadamente nueve años de educación).
Cada año extra de educación que recibe una niña tiene el potencial de aumentar sus ingresos en un 12%.
Está comprobado que las niñas con educación secundaria ganan casi el doble que las mujeres sin educación.
Si todas las niñas finalizaran la educación secundaria, se podría reducir en 75 % el riesgo de ser madres antes de los 18 años. Esto es particularmente trascendental para una ciudad como Cartagena donde actualmente casi el 20% de las niñas entre los 10 y 17 años está o ha estado embarazada.
Impacto Económico:
“Si todas las niñas en el mundo completaran 12 años de educación de calidad, los ingresos a lo largo de toda la vida de las mujeres podrían aumentar entre USD 15 billones y USD 30 billones a nivel mundial”.
Lograr que las niñas finalicen la educación secundaria a nivel mundial contribuiría a disminuir la tasa poblacional en 0,3 puntos porcentuales en el crecimiento demográfico global, lo que podría generar USD 3 billones en beneficios anuales.
Impacto en la Salud
Invertir en las niñas contribuye a empoderarlas para tomar decisiones relativas a la atención de su propia salud, al igual que a mejorar su percepción de bienestar psicológico, reducir el riesgo de violencia de pareja y disminuir el riesgo de mortalidad de menores de 5 años y de malnutrición entre los niños.
Equidad de género
Empoderar a las niñas y fomentar su educación contribuye a aumentar en una décima parte la toma de decisiones de las mujeres en sus hogares, disminuir la violencia intrafamiliar y aumentar la equidad laboral.
En ciudades como Cartagena, las mujeres ganan 35% menos los hombres en igualdad de condiciones. Esta diferencia se amplía en las mujeres que no han cursado ningún tipo de estudio quienes ganan 60% menos que un hombre que tampoco estudió. Estos casos son recurrentes en diferentes contextos de la ciudad:
Las mujeres que logran terminar la secundaria ganan 45 % menos que los hombres
Un hombre y una mujer que cursaron la misma carrera universitaria tienen una brecha salarial del 15%.
Si deseas conocer el texto completo de esta investigación puedes hacerlo a través del siguiente link: